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Editorial N° 3: Vinculación Escuela Secundaria – Universidad

Por María Elena Zambella y Christian Pidalá

 

Desde hace muchos años desarrollamos en UNAJ diferentes estrategias de articulación con los niveles de educación media y técnica convencidas/os de que constituye una necesaria política pública que requiere del trabajo conjunto y de la participación y el compromiso de todos los actores involucrados.
En ese sentido, en agosto de este año se realizó la primera Jornada de Vinculación entre la escuela secundaria y la universidad organizadas conjuntamente por la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ), la Universidad Nacional de Quilmes (UNQUI) y la Jefatura de la Región Educativa 4. De la misma, participaron más de 150 docentes y directivos de escuelas públicas y privadas de la Región que contempla los municipios de Florencio Varela, Quilmes y Berazategui, además de docentes y equipos de gestión de ambas casas de altos estudios.
“El diálogo de la educación: nombrar la experiencia” fue la consigna que acompañó a la jornada, entendiendo que entre sus objetivos principales se encontraba el de generar un espacio de diálogo e intercambios de experiencias educativas para reflexionar sobre las prácticas de articulación entre niveles y el de lograr producir, además, nuevas líneas de articulación entre los niveles.
La jornada buscaba, además, visibilizar y vincular prácticas curriculares y académicas de articulación que ya suceden tanto en un nivel como en el otro; prácticas que, dependiendo el caso, suelen ser acompañadas institucionalmente o impulsadas por actores particulares. Gran parte de esas experiencias están en este número de la Revista Territorio; experiencias, vale remarcar, relatadas por sus mismos protagonistas.
Encontramos en esta publicación una posibilidad de divulgar y fortalecer prácticas que ya vienen sucediendo; de darle un encuadre preciso, de reconocerlas y vincularlas. Muchas de ellas nacieron a partir de políticas públicas concretas, tales como lo fueron el Programa Nexos o Sigamos Estudiando, ambos impulsados por la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación.
En el contexto actual, entendemos que resulta más que necesario trabajar para sostener esas políticas públicas y desarrollar otras que trabajen la articulación internivel. Son necesarias propuestas que busquen allanar el camino a estudiantes que están transitando los últimos años de secundaria y comienzan a visualizar los estudios superiores,
en general, con desconfianza o cierto resquemor.
La mirada que existe sobre la Universidad como institución se ha construido y consolidado en base a determinados imaginarios que no suelen apelar a la inclusión, sino más bien todo lo contrario. Las universidades más jóvenes, tales como la UNAJ y la UNQUI justamente, desde su creación buscaron romper con esas creencias, sosteniéndose
particularmente en la idea de que la inclusión y la calidad no son categorías contrapuestas.
En esta publicación, encontraremos los trabajos presentados por diferentes actores y actrices de ambos niveles educativos que compartieron sus análisis y experiencias en pos de fomentar la articulación entre la secundaria y la universidad. Cada una de las propuestas internivel que se detallan, pese a sus matices y diferencias, comparten un denominador común: brindarles a los/as estudiantes de secundaria la posibilidad de conocer la Universidad, de proyectar y de elegir. Ese acompañamiento no garantiza que los/as estudiantes continúen sus estudios superiores, pero sí que se planteen una duda. Al fin y al cabo, el corazón de cualquier proceso educativo se encuentra ahí, en generar la duda, las preguntas necesarias y la motivación para responderlas.
El desarrollo de la Jornada y el intercambio entre los y las participantes, dio cuenta de la necesidad de contar con estos espacios de trabajo y debate que permiten no solamente compartir lo que sucede en las instituciones educativas sino también acercar a los y las docentes de ambos niveles entendiendo al sistema educativo como un continuo, con ciclos diferenciados en cuanto a su finalidad, su organización y su pedagogía; pero reconociendo
que ambos se orientan al mismo sujeto que transita por cada uno de ellos. Pensar la vinculación educativa implica la construcción de espacios de encuentro y diálogo en los que docentes de ambos niveles educativos puedan establecer acuerdos de trabajo tendientes a mejorar la tarea docente y los aprendizajes de los y las estudiantes
Pensar la vinculación educativa implica, en definitiva, pensar en un sujeto que aprende a lo largo de toda la vida y para quien deben construirse las condiciones necesarias de ingreso, permanencia y egreso como un profesional competente y comprometido capaz de transformar la realidad.

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