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Recuperar El Trabajo Y La Producción: Una Experiencia De Vinculación Con Las Fábricas Recuperadas De Varela, Berazategui Y Quilmes

 

Por Andrés Ruggeri
Prof. adjunto de la carrera de Relaciones del Trabajo, Instituto de Ciencias Sociales y Administración

 

Las empresas recuperadas por sus trabajadores (ERT) surgieron al conocimiento público durante la crisis de los años 2001 y 2002 como uno de los movimientos más representativos de la resistencia y creatividad de la clase trabajadora argentina al enfrentar las consecuencias del desastre neoliberal.  Se trata de empresas de diverso tipo, muchas de ellas de distintas ramas de la industria (por lo que muchas veces se habla de “fábricas recuperadas”, aunque hay todo tipo de unidades económicas), cerradas por las patronales por motivos diversos (en su mayoría a través de procesos de vaciamiento y quiebra fraudulenta) y puestas en producción nuevamente por sus antiguos trabajadores y trabajadoras por medio de la autogestión, adoptando en general la forma jurídica de cooperativas de trabajo. De acuerdo a los datos del programa Facultad Abierta de la UBA – Programa de extensión universitaria de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, creado en 2002 y dirigido por el autor de este artículo- , en abril de 2023 había más de 430 ERT en todo el país agrupando a unos 15000 trabajadores y trabajadoras (las mujeres son aproximadamente el 30% de la fuerza laboral de las recuperadas).

En los últimos años, las ERT pasaron por situaciones complejas producto de la agresividad desplegada contra ellas por el gobierno de Mauricio Macri, entre diciembre de 2015 y diciembre de 2019, los efectos de la pandemia de Covid-19 y la falta de una política clara en los último años que, a pesar de ciertos apoyos por parte de la gestión pública del actual gobierno, no alcanzan para consolidar los logros y solucionar problemas estructurales de las ERT. No es nuestro objetivo, en este breve artículo, analizar estas vicisitudes, pero sí resaltar que se trata de una experiencia que sigue atravesando gran incertidumbre en su gestión cotidiana y que, por lo tanto, debe ser objeto de nuestros esfuerzos en cuanto Universidad Pública para apoyar desde nuestras capacidades a las ERT de los territorios en que la UNAJ tiene llegada y cercanía.

Trabajar desde nuestra Universidad con las empresas recuperadas de la zona tiene además, una dimensión simbólica importante y que necesita ser reafirmada. Esto lo podemos ejemplificar a través del acto que hace poco, el 22 de mayo, con la presencia de las más altas autoridades del gobierno nacional, celebró “el día del trabajador de empresas recuperadas”, en alusión a la recuperación de la fábrica IMPA en 1998, afirmando que ese hecho marcaba el principio de la experiencia de la recuperación de empresas por sus trabajadores en la Argentina. Más allá del incuestionable mérito de los obreros de IMPA, el dato no es cierto, hay decenas de empresas recuperadas anteriores, en el AMBA y en el interior del país. De hecho, podemos remontarnos a la recuperación de los talleres gráficos Cogtal en 1957 (de cuya cooperativa fue presidente el propio Raimundo Ongaro, histórico dirigente de los obreros gráficos y la CGT de los Argentinos) o de la textil CITA en el segundo gobierno de Juan Domingo Per{on, a partir de una política explícita del primer peronismo de fomentar las cooperativas de trabajo, por nombrar dos casos que sobreviven hasta el día de hoy. Para la etapa actual, la de  las empresas recuperadas surgidas como resistencia al neoliberalismo -que son la gran mayoría de las ERT actualmente existentes y donde aparece el propio término de “empresa recuperada”- nos encontramos con que existen muchas ERT anteriores a IMPA. Y ahí es donde aparece que el real origen del movimiento de recuperadas es la región sur del AMBA, más específicamente, el área de acción de la sección Quilmes, Berazategui y Florencio Varela de la Unión Obrera Metalúrgica, que ya a fines de los 80 comenzó a leer estratégicamente la debacle industrial y del trabajo y a proponer la formación de cooperativas para la defensa de las fuentes de trabajo.

Resulta, entonces, que nuestra Universidad tiene actuación en el territorio de surgimiento del movimiento de empresas recuperadas. En el segundo cuatrimestre de 2016 nos planteamos hacer desde la UNAJ y la carrera de Relaciones del Trabajo una convocatoria a estudiantes para relevar las empresas recuperadas de nuestra región. Se usó la base de datos ya existente generada en la UBA para determinar el universo de ERT en los tres distritos de influencia de la UNAJ y se lo complementó con información obtenida a través de la articulación con referentes de organizaciones del territorio. Se llegó así a un conjunto de 23 ERT a ser relevadas, de las cuales se logró visitar a 19. Este trabajo se realizó en el año 2017 y fue presentado en distintos encuentros y congresos. Se presentaron 16 estudiantes de diversas carreras y se terminó consolidando un grupo de trabajo que además de relevar, empezó a contactar con regularidad a las distintas experiencias de recuperación de nuestro territorio, tanto las vinculadas a la UOM como de otros sectores de actividad, como la alimenticia Safra y el frigorífico Supbga. El relevamiento consistió en una extensa encuesta de cerca de 160 preguntas a partir de la cual se generó una base de datos y un informe detallado del estado de la experiencia de recuperación del trabajo en su territorio de origen. El relevamiento fue actualizado en 2019, junto con la participación en la organización del Primer Foro Federal de la Economía Cooperativa, Autogestionada y Popular, que se hizo en el microestadio de Ferro en julio de 2019. Estudiantes de nuestro equipo de trabajo fueron coordinadores de mesas y talleres de discusión, trabajaron en las relatorías y en la redacción de los informes de las comisiones. A fines de 2020, en lo más duro de la pandemia, también se trabajó junto con el INAES en un relevamiento de los efectos de la pandemia sobre empresas recuperadas y cooperativas de trabajo, que se hizo telefónicamente a nivel nacional. También se trabajó en un proyecto de vinculación que proponía talleres de capacitación en el territorio fabril, que fue frustrado en su principal aspecto (el trabajo de campo) por la misma pandemia.

A partir de esta experiencia de vinculación, surgió el dictado a mi cargo de una materia optativa para la carrera de Relaciones del Trabajo (Relaciones laborales en la economía social y el trabajo autogestionado) que se dio durante cuatro años consecutivos, llevando el tema a la formación curricular. No solo la autogestión, sino la economía popular en su conjunto son formas de trabajo por fuera del sistema salarial formal, una realidad que representa en un caso a decenas de miles (empresas recuperadas y cooperativas de trabajo) y en otros casos a millones de trabajadores y trabajadoras cuyas realidades quedan por fuera del grueso de la formación profesional vinculadas al asalariado formal y que deben ser atendidas en una carrera como Relaciones del Trabajo.  A su vez, esta experiencia de vinculación con las ERT se reflejó en la realización de varios TIF (Trabajo Integrador Final) de la carrera de Relaciones del Trabajo, entre los que se destacan los de Sebastián Abregú, Evelyn Medina y Fabián Iglesias. El trabajo de Abregú, en particular, se centró en los orígenes varelenses de la experiencia de las empresas y fábricas recuperadas, mientras que Medina trabajó la cuestión de género en la autogestión a partir de una experiencia concreta en una fábrica de la zona, e Iglesias en los problemas de la seguridad social, haciendo entrevistas en tres ERT (Safra, Galaxia y Eitec). Es decir, el recorrido iniciado con la vinculación territorial se fue trasladando a la docencia y a la investigación.

Por último, esta trayectoria fue llevada a un programa mucho más amplio de capacitación que obtuvo financiamiento de la Dirección de Capacitación Estratégica Pyme, aprobado en el ex Ministerio de Desarrollo Productivo en enero de 2022, en que nuestra Universidad ejerce la coordinación académica y es corresponsable junto con la Federación de Cooperativas Autogestionadas de Buenos Aires de un amplio programa de formación para trabajadores y trabajadoras cooperativistas pertenecientes a 34 organizaciones de todo el país, incluyendo temas específicos trabajados por profesores y estudiantes de nuestra universidad como Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (Cymat), Seguridad Social para cooperativas de trabajo, Autogestión y Cooperativismo, Administración y gestión cooperativa, entre otros, que se están desarrollando a través de un amplio programa de cursos virtuales y presenciales con financiamiento del Estado nacional.

En síntesis, a lo largo de los últimos años hemos desarrollado la presencia de la Universidad en un territorio muy significativo para la autogestión del trabajo y la producción, en los mismos orígenes de un movimiento que ha despertado interés a nivel mundial. Vamos a continuar trabajando en consolidar y ampliar esta línea de trabajo.

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